3 PILARES PARA SALIR DEL BUCLE AUTODESTRUCTIVO Y RECUPERAR SEGURIDAD
UN CAMINO DE REGRESO
La búsqueda insaciable de la perfección deja más heridas y mata más proyectos que muchas enfermedades. Porque es una práctica autodestructiva que esta celebrada y bien vista por la sociedad. Si nos exigimos, nos esforzamos, nos obsesionamos con las cosas entonces parece que es lo mejor que podemos hacer por nuestra vida.
Pero eso solo nos deja relegados en una realidad llena de frustración, amargura y desazón, en un bucle autodestructivo del cual es difícil salir.
Lo que quiero plantearte hoy es una posibilidad, una estrategia o camino para que te lo apropies y lo aterrices con sensatez en tu vida: del perfeccionismo a la excelencia natural. No será rápido, ni fácil, ni mágico. Pero una vez que lo tengas incorporado, tal como nos sucede con todos los hábitos, serás capaz de volver con más rapidez.
¿Vamos a ello?
PRIMER PILAR: LA CONSCIENCIA DE VOS MISMA
La búsqueda de perfección parte de convicción interna de que no somos suficientes, de hecho el eneatipo uno dentro del Eneagrama de la Personalidad se identifica con esta herida “no ser suficiente”.
Entonces, como siento que “me falta”, “que no doy con la talla”, “que no tengo lo necesario”, me esfuerzo desmedidamente en cumplir con aquello que he entendido que es aceptado, querido y valorado en mi entorno. Aunque se aleje totalmente de quien soy.
¿Qué será lo perfecto para mí?
Depende de dónde te hayas criado y los mandatos que regían tu familia. Para algunas personas la perfección pasa por un estándar intelectual, buenas notas, grados y posgrados. En otros casos pasa por ganar mucho dinero a costa de cualquier cosa, aparentar lo que no se tiene o por obsesionarte con tu cuerpo.
Entonces PRIMER PUNTO: Reconocer cuales son esos estándares de perfección que has normalizado.
¿Pasa por tu profesión?
¿Por tu valor intelectual?
¿Por tu imagen física?
¿Por tu capacidad espiritual?
Una vez que tengas identificado ese dialogo interno podrás empezar a reconocerlo cuando aparezca camuflado en tu día a día. Recuerda, tu ego tiene el mismo nivel intelectual que vos, por lo tanto no será evidente ni burdo, puede ser muy sutil y sofisticado, tanto como vos lo seas.
EL SEGUNDO PUNTO: Comprender tu verdadera esencia
Sé que esto en una frase de cuatro palabras suena fácil y la realidad es mucho más compleja, pero a través de herramientas muy potentes como el Diseño Humano, la Astrología, la cosmovisión Maya y muchas otras, podemos llegar a conocer nuestra verdadera esencia OBJETIVA, antes de que fuera teñida por creencias internas y condicionamientos externos.
Es necesario dedicar tiempo y energía en descubrirnos, porque así podremos detectar con más rapidez y claridad cuando nos estemos forzando a ser algo que no somos.
En Diseño Humano, que es la herramienta con la que yo trabajo, podemos conocer cuál es la naturaleza esencial que te habita y, además, los diálogos internos que pueden desencadenarse con más normalidad en tu diseño. De esa manera, podes identificar más claramente cuando esos diálogos estén dominando tus pensamientos.
No importa la técnica que uses, es importante que puedas conocerte, porque solo a través de eso, podrás dar lo mejor de vos misma en cada momento tal como veremos más adelante.
El TERCER PUNTO: Conciencia de tu disponibilidad energética
Existen muchas técnicas milenarias para cultivar la energía- chi- prana o como sea llamada, conozco y practico varias de ellas y me parecen extraordinarias. Pero cada una de nosotras respondemos a un tipo energético diferente y cada uno de ellos, tiene una disponibilidad energética diferente.
Por tanto, si conozco cómo funciona la energía EN MI, podre empezar a reconocer mis límites sanos y podré detectar cuando he forzado mi propia máquina.
Algunas personas pueden trabajar horas y horas, otras no.
Algunas personas pueden iniciar proyectos de manera impulsiva, otros no.
Algunas personas pueden sostener proyectos en el tiempo, otras no.
Entonces si yo no conozco como funciona mi energía, no podre nutrirla y por tanto, me veré más tentada en caer en exigencias desmedidas.
Si podes observar, la consciencia de vos misma involucra tres puntos: reconocer tu esencia, comprender tu energía y cuales estándares de perfección has normalizado en tu vida.
Cuando logramos claridad sobre ellos podremos pasar al siguiente pilar.
SEGUNDO PILAR: LO QUE PODES CONTRIBUIR A LOS DEMAS
Todo tiene un sentido, si no pasamos primero por el pilar de la consciencia, no podremos subir un escalafón más:
RECONOCER QUE SOMOS VALIOSAS y podemos contribuir a lo demás.
La herida de NO SUFICIENCIA nos ancla en la creencia de que estamos falladas y nada de lo que hacemos es suficiente para los demás. Pero la realidad más profunda es que NADIE LLEVA LA CUENTA DE TUS ERRORES.
Ni el Universo, ni Dios, ni la Vida, ni tus amigos, ni pareja, ni nadie. No estamos en esta vida para rendir cuentas, ni para ganar puntos, ni buscar medallas que nos acrediten nuestra valía.
Estamos aquí para cumplir una misión y para ello, el Universo nos ha dotado del mejor vehículo: nuestro diseño perfecto.
No necesitamos hacer, ni dar, ni transformarnos en algo diferente. Solo tenemos que ser.
Ser nosotras mismas, ser lo que somos de manera natural, ser nuestra esencia.
CUARTO PUNTO: MERECES POR SER
Desde pequeñas creemos que tenemos que comportarnos de una determinada manera, respondiendo a esos estándares que vimos al principio, para ser aceptadas, reconocidas y queridas.Incluso, puede ser que así lo hayamos vivido de niñas, porque crecimos en entornos donde los adultos inconscientes e inmaduros nos exigían tales cosas.
De ahí deviene la herida que veíamos antes.
Una persona de mi linaje que me lastimo mucho en mi infancia me dijo “No juzgues a todo el mundo por mi error”. Y me di cuenta, que por las heridas que tenía en ese vínculo en concreto, estaba observando toda mi vida con unas gafas teñidas de dolor.
Entonces, puede que tu entorno te haya exigido ser algo diferente para pertenecer e incluso sobrevivir, casi todas venimos de escenarios así.
Pero que esos adultos hayan tenido ese grado de inconsciencia o esa limitación de amor, no quiere decir que vos no seas merecedora de amor solo por ser.
Un árbol no tiene que hacer más nada que crecer y dar frutos y entregarse a los ciclos de la naturaleza para dar lo mejor de sí. No está ahí esforzándose.
Simplemente es. Y nadie le está contando alrededor sus errores o porque una rama se fue para la derecha en vez de la izquierda.
De la misma manera, has venido a esta vida como un regalo de la divinidad, dotada de una misión y de todos los elementos para llevarla a cabo. No necesitas nada más para ser merecedora de amor y aceptación. Solo por el hecho de ser sus merecedora.
Y para que empieces a integrarlo en tu vida, es importante que detectes de qué manera y en qué medida vos misma te has convertido en tu propia perpetradora, exigiéndote vos a vos misma, aun cuando nadie te ve.
¿Le dirías eso a un niño? ¿Le exigirías eso a tus hijos? ¿Tratarías así a tu pareja? ¿Le harías esos desaires a tu mejor amiga? Seguramente no. Entonces, es importante detectar como lo estás haciendo con vos misma para que puedas empezar a separarte de esos automáticos y cambiarlos.
Una vez que nos hemos reconocido merecedoras de amor tan solo por ser quienes hemos venido a ser, podemos dar el paso siguiente.
QUINTO PUNTO: COMPRENDER LA IMPORTANCIA DE TU CONTRIBUCIÓN CON LOS DEMÁS
Hace uno días escuche esta frase de una persona que admiro mucho “Se importante pero quítate importancia”. Y me parece interesante planteártela aquí, porque es necesario que reconozcamos que somos importantes dentro de este mundo, estamos aquí para algo, pero es igual de imprescindible que dejemos de mirar nuestro ombligo y nos comprometamos con aquello que hemos venido a ofrecer.
Entonces, hay un tiempo para todo. Un tiempo de reconocimiento y sanación, ahí por supuesto que es necesario mirarse para poder cerrar esas heridas. Pero luego, tenemos que dejar de mirar tanto hacia adentro y dar el paso necesario para ofrecer lo que tenemos dentro.
Y la vida es tan maravillosa, que en ese flujo reside la perfección. Porque cuando comenzamos a contribuir al mundo siendo quienes somos, nos sanamos a niveles más profundos de los que llegaríamos encerradas en una cueva lamiendo nuestras heridas.
Hay un tiempo para todo y quizás, si estás leyendo esto, has pasado demasiado tiempo encerrada tratando de hacer lo necesario para sentirte querida.
El paso revolucionario existe en comprender lo que decíamos en el primer punto, que ya sos merecedora solo por ser y que ese ser, se despliega brindando a los demás lo que trae consigo: su misión
SEXTO PUNTO: ENTREGATE EN PLENITUD EN EL AHORA
Una de las mayores torturas de nuestro ego, es que nos mantiene pivotando entre el pasado y el futuro: la mente errante que le dicen. Nos recuerda todas las veces que fallamos, no pudimos o no lo logramos y replica automáticamente eso en un futuro que no ha acontecido.
De esta manera, las personas que se encuentran envueltas en el bucle perfeccionista, por creer que lo que están haciendo AHORA no será suficiente MAÑANA, corren tras esa zanahoria inalcanzable.
Pero el tema crucial es: si sos consciente de cuál es tu esencia más pura, tu contribución a los demás y tu energía disponible y todos esos elementos los estas usando en coherencia y presencia en el ahora, entonces no hay posibilidad de fallar.
Porque el éxito es SER, no hacer, ni alcanzar, ni lograr, ni tener. Es simplemente SER.
Si ahora estas siendo lo mejor que podes en tus posibilidades reales hoy, entonces no hay fracaso porque no existe otra manera de hacerlo.
La exigencia viene cuando crees que deberías hacerlo de otra manera para alcanzar X o para ser como X. Pero en ambos casos, te estarías forzando a ser quien no sos.
Ocupate hoy de habitar cada acción del presente con excelencia y en esa constante cumplirte promesas a vos misma, iras subiendo tu seguridad.
Cuando comencé a trabajar esto en mi vida diaria lo hice a través de cosas básicas y cotidianas. Como por ejemplo, lavando los platos, cortando unos tomates para ensalada o enviando un mail.
Mientras lo estaba haciendo me decía: ¿Estoy involucrando mi ser en esto o hay otra manera de hacerlo más plena?
Y así, en ese ejercicio que se fue integrando en mí, fui encontrando la manera de hacer las cosas en mi mejor disponibilidad en cada momento. Eso me permite confiar absolutamente en lo que hago, porque sé que cuando mande ese mail o adjunte ese PDF, hice esa factura o prepare la comida de mis hijos, en ESE momento lo hice en presencia plena y dando lo mejor de mí.
Entonces no hay reproches, ni cuestionamientos ni reclamos, externos o internos. Porque sé que en ese momento no había espacio para más. Fui lo mejor que pude ser.
Y hoy, si lavo los platos, corto la fruta o mando el mail, lo hare desde mi mejor presencia. Eso es lo increíble, que mejoramos y crecemos desde el SER, no desde el forzar, rechazar o empujar.
TERCER PILAR: LA EXCELENCIA NATURAL
La excelencia natural decanta de todo lo que venimos viendo hasta el momento. Porque si te has tomado el tiempo de conocerte, ser consciente de tus estándares aprendidos de perfección, de tu esencia más pura, de tu energía disponible, de tu contribución con el mundo, de hacer lo mejor posible en el momento, ya está todo dicho.
La excelencia es un concepto realista, flexible, evolutivo y permeable.
La excelencia es habitar el presente desde tu naturalidad más pura.
Porque si te permitís SER quien realmente sos y entregarte en cada pequeño detalle de lo que estás haciendo, entonces aquello que brindes y contribuyas será excelente.
Y mañana más.
Y el año que viene más.
Porque la excelencia va ligada a tu compromiso con ser vos misma y la magia esta, en que esa energía coherente va creciendo, por tanto tu energía habitada será mayor, tu excelencia será mayor, tu impacto será mayor, tu contribución será mayor.
Pero no desde la búsqueda de valoración o validación externa, ni tratando de sentirte suficiente. Es plenamente lo opuesto. Desde sentirte plena, pura, llena, única es que habitas el momento entregando lo mejor.
CONCLUSIONES FINALES
Gracias por haber llegado hasta aquí. Espero que este recorrido te sirva para anclarte en tu verdad más pura y desde esa naturalidad habitar el presente.
Siempre existe otra manera de ver y sentir lo que estás viviendo y quiero ponerte un ejemplo de mi vida diaria para que veas como cambia todo y ayudarte a integrarlo aún más.
Yo tengo dos hijos, una pequeña y un adolescente, con mi pareja trabajamos ambos de manera independiente y nos ocupamos de todo lo que conlleva la familia y el hogar.
Entonces, tengo muy poco tiempo disponible. Si yo elijo dedicar un momento de una tarde a preparar una tarta casera para la merienda de mis hijos con la intención de hacerles un mimo y esa torta por los motivos que fuera no me sale tan espectacular como me habría gustado, tengo dos opciones:
Desde el perfeccionismo machacarme porque no batí suficientemente los huevos, porque no tamice la harina, porque abrí el horno o porque la desmolde mal. Y diciendo, incluso en vos alta, que no me salió tan rica, que al final vaya torta que hice, que para eso mejor nada. ¿Ves la escena verdad?
Ahora te pregunto ¿Quién gana así? ¿Ganan mis hijos viéndome amargada, enojada, frustrada por algo que hice supuestamente para ellos?
¿Gano yo algo poniéndome así? Nadie gana. La torta sigue siendo como es.
Desde la excelencia natural, que es lo que te propongo hoy, si yo sé que mientras hice la torta jugué con mi hija, respondí las cincuenta preguntas de mi hijo, batimos a medias con mi peque, la ataje de que no coma la mezcla cruda, la vertimos en el molde aunque se cayera un poco afuera y de refilón prendí el horno y la metí. Entonces, el resultado final da igual, porque me involucre en presencia pura en el momento presente y di lo mejor de mí con excelencia.
¿Quién gana ahí? Ganamos todos.
Mi energía que sigue arriba y con entusiasmo por haber colocado en la mochila emocional de mis hijos un momento de amor y diversión.
La energía de mis hijos disfrutando una torta que le sabe a madre presente, dando igual si es alta, baja, chica, grande o lo que sea que se supone que debería ser.
La energía de toda la familia.
¿Ves cómo cualquier escena como preparar una torta puede vivirse desde un lugar u otro?
Has normalizado lo primero y has vivido la vida así, llevas en tu pecho la angustia acumulada y la opresión de millones de estos momentos. Pero hoy, te llevas una alternativa, un camino, un proceso que te deje anclada en tu excelencia natural.
Recuerda que ya sos todo lo que has venido a ser, solo hace falta que te permitas serlo cuidando tu energía, sosteniendo tu verdad, anclándote en el momento presente, habitando desde tu mejor presencia.
Ya sos perfecta tal y como sos, date el permiso de descubrir que para el Universo siempre has sido suficiente, por eso tenes una misión y estas aquí.